LA BOLSA: 20 AÑOS EN SEGUNDOS.

¿Cómo definirían los últimos 20 años del mercado? 

Podríamos decir algo tan simple como volátil, intensa, fugaz, entre otras tantas definiciones básicas. Pero hay que ver un poco más allá de un adjetivo o una explicación clásica ya que ¿Realmente entendemos el concepto del mercado moderno? Transitamos una era donde la teoría clásica como un DCF (método del flujo de caja descontado), método Montecarlo, Cartera eficiente de Markowitz, ratios, entre otros tantos conceptos que antes nos llevaban horas de estudio formal y libros, se transformaron en moneda corriente de aplicar gracias a la facilidad de la digitalización. 

Es más, aunque no conozcas estos conceptos como tales, no hace falta más que pedirle a la IA que te los explique y ver un video de YouTube que nos dé un modelo armado para aplicarlo en formato básico.

Entonces ¿Siguen siendo efectivos los conocimientos clásicos? 

Por supuesto que sí. Son las bases de donde parten todos nuestros análisis y fundamentos para valuar, invertir, asesorar, etc. Pero su vigencia depende de cómo se complementen con las nuevas herramientas y enfoques, porque hoy en día la definición es más amplia. Los clásicos no mueren, se complementan: desde sistemas de automatización y procesamiento masivo de datos, hasta técnicas avanzadas como el machine learning, la inteligencia artificial aplicada, el procesamiento de lenguaje natural (NLP) y el análisis predictivo. Los invito a que investiguen por fuera y se sorprendan de como estos conceptos son aplicables en muchas ramas de un profesional en ciencias económicas.

¿Eso es todo?

Dejame decirte que no. Justamente lo que nombré en los párrafos anteriores es la característica inicial que define a estos últimos 20 años del mercado. Entonces ¿Qué paso en el mercado? Básicamente “Se corto la luz y no por falta de pago”, bajado a tierra el concepto los clásicos como tales encontraron un límite. Se hizo evidente que el mercado comenzó a hablar un idioma más veloz e impredecible marcado por el cambio

Ahora sí, la definición que esperaban: “la velocidad del cambio”, y quizá para los que crecimos en esta nueva era ya estemos acostumbrados, pero no somos realmente conscientes que la disrupción en los mercados fue enorme con la llegada de los datos masivos y la posibilidad de generar infinidad de escenarios simultáneos en los cuales aplicar la teoría clásica. 

Te estarás preguntando, si todo avanza tan rápido ¿Cómo nos adaptamos?

En un mercado donde cada vez es más pronunciada la ansiedad por la evolución y por no perder el tren de un mundo que se acelera más, que cuando creemos haber llegado, ya estamos detrás de lo que viene. Comprender las nuevas tecnologías es necesario, pero no suficiente. Entonces si “no voy en tren, voy en avión”, es porque entendí que no siempre hay que seguir las vías marcadas, sino animarse a buscar alternativas y usar la imaginación.

Nunca vamos a llegar a aprender todas las innovaciones precedentes, pero si a buscar diferentes formas de aplicarlas y de sacarle provecho a lo ya conocido. 

Entonces, en un mundo que no espera… ¿vas a seguir corriendo atrás del tren o te vas a animar a diseñar tu propio vuelo?

Javier San José
Contador Público
Analista back office de fondos comunes de inversión en VALO
Presidente del Club de Finanzas