¿Y Si la Consultoría No Fuera un Gasto?

Cuántas veces hemos escuchado frases como “los consultores vienen a decirte lo que vos ya sabes”, “son muy caros”, o “no sirven para nuestra realidad”. Estas afirmaciones que circulan en pasillos, reuniones y cafés, contribuyen sistemáticamente a construir una imagen casi mítica del trabajo de consultoría. Una imagen que responde a la lógica de ser útil para algunos, innecesarias para la mayoría.

Pero si miramos los datos con un poco más de detalle – y este es el trabajo que hicieron Gert Bijnens, Simon Jäger & Benjamin Schoefer para National Bureau of Economic Research – la historia comienza a ser otra. 

Lejos de la intuición o el prejuicio, el trabajo de Bijnens y su equipo nos muestran el verdadero impacto de las consultorías en las organizaciones, y nos da pista para preguntarnos por qué seguimos pensando en la misma como lujo o una moda corporativa.

El valor que no siempre vemos

Casi por inercia, la consultoría suele caer dentro de los parámetros de un gasto en lugar de ser pensada como una inversión. Y, sin embargo, el trabajo previamente citado da cuenta que cuando una organización incorpora servicios de consultoría, los efectos no son anecdóticos, sino que pueden llegar a ser estructurales. 

Y es que no es magia, ni gurúes, ni frases motivacionales: es transferencia de conocimiento, reorganización de proceso, adopción de buenas prácticas y decisiones estratégicas.

En este sentido el estudio detecta un patrón curioso en forma de U: tanto organizaciones con excelentes resultados como aquellas que venían más rezagadas fueron las que más recurrieron a profesionales externos para ser acompañados. Es decir, quienes están arriba buscan seguir mejorando, y quienes están abajo necesitan recuperar terreno.

Ahora bien, todo lo que te estoy contando seguramente ya lo sabías, lo novedoso es que ahora contamos con una investigación con base a 286,998 firmas que da cuenta de esto. Por eso, un poco sorprende que todavía haya quienes creen que este tipo de trabajo es accesorio. Si ya hay evidencia sólida que muestra el impacto de esta… ¿con que grado convicción nos posicionamos en el terreno de la consultoría los y las profesionales de Ciencias Económicas?

Una profesión que ordena, legitima y potencia

Después de mucho tiempo, una investigación cuantitativa aparece como un farol: no tanto para iluminarlo todo, sino para darnos un punto firme donde apoyarnos. Y entonces podemos decir lo que tantas veces se comenta por lo bajo: gran parte del valor del consultor no está solo en traer algo nuevo, sino en darle forma, coherencia y legitimidad a decisiones que la organización ya sabe que necesita tomar. Lejos de restarle valor a ese proceso, lo potencia.

Frente a los desafíos constante que nos enfrentamos, los y las profesionales que integren herramientas de diagnóstico, diseño de procesos, análisis de indicadores y gestión de cambio, serán quienes impulsen grandes transformaciones.

La pregunta, entonces, ya no es si la consultoría sirve o no, sino como seguimos preparándonos en un contexto que se transforma a una velocidad que no admite pausas. Para quienes venimos de las Ciencias Económicas, avanzar en estos terrenos no es un diferencial, es parte constitutiva de la profesión. En este sentido, continuar formándonos para intervenir no es opcional, es impredecible. 

___________________________________________________________________________
Walter Velárdez
Licenciado en Administración FCE-UBA
Docente universitario
Especialización en Docencia Universitaria
Consultor externo para organizaciones nacionales e internacionales, acompañando procesos de transformación, desarrollo organizacional y cambio cultural. Su trayectoria combina experiencia corporativa y académica, con un enfoque especializado en aprendizaje organizacional, cultura y liderazgo orientado a la toma de decisiones basado en datos.