La Esp. Marina Pérez Zelaschi responde sobre innovación y sostenibilidad

La Esp. Marina Pérez Zelaschi responde sobre innovación y sostenibilidad

No hay dudas de que la innovación y la sostenibilidad se han convertido en aspectos de suma importancia a la hora de encarar un proyecto. Las prácticas de creatividad, el agilismo y la tecnología digital son pilares fundamentales que cada vez tienen más peso en estos procesos. Marina Pérez Zelaschi, especialista en el tema, nos dio su visión sobre esta temática a través de las preguntas principales que despierta su reflexión:

¿Cómo hacer para pasar de “innovar por casualidad” a “innovar sistemáticamente”?

Cuando pensamos en innovación, pensamos en creatividad, nuevas ideas y nuevos conceptos que parecen provenir de la espontaneidad del pensamiento de las personas. Decimos que el momento “Eureka”, de la iluminación y la solución casi mágica, está sobrevalorado. ¿Por qué? Porque detrás de ese momento de creación hay un proceso de incubación, de pensar de manera intensa y profunda sobre un problema u oportunidad. Y, una vez que tenemos la idea o el concepto, hay un muy largo camino hasta llegar a un producto o servicio innovador. Ese proceso pasa por varias fases: la identificación de muchas ideas/conceptos, una selección de cuáles de ellas pasarán a la fase de prototipo y, luego, una vez más, cuál de los varios prototipos será el adecuado para pasar a escala de producción. Esto es un proceso, que, como tal, se puede gestionar. Se pueden establecer los recursos, los criterios para seleccionar, los indicadores, los plazos. La familia de normas ISO 56000 provee un marco adecuado para gestionar la innovación de forma sistemática, de manera análoga a lo que ISO 9000 lo hace con la calidad. Esto no significa “encorsetar” la creatividad, sino darle un cauce sistemático para que pueda llegar a innovaciones exitosas que aporten valor a los clientes y a las empresas.

¿Se puede evaluar qué tan innovadora es una empresa?

Hay varios elementos que caracterizan a una empresa innovadora. Estos elementos están relacionados con las maneras en que las organizaciones miran y se nutren del contexto, que exista una cultura organizacional que apoye la creatividad y la implementación de soluciones, que los líderes sean capaces de gestionar lo operativo con lo nuevo e incierto,  en cómo se maneja el portafolio de proyectos e iniciativas innovadoras, qué procesos existen para identificar oportunidades, cuáles para crear y validar conceptos y cuáles para desarrollar e implementar soluciones y que haya procesos de apoyo para el proceso de innovar, básicamente la gestión de la propiedad intelectual y la inteligencia estratégica. Todos los aspectos mencionados se pueden evaluar cualitativamente para ofrecer un diagnóstico. La norma ISO 56004 recoge las mejores prácticas internacionales para este tipo de evaluaciones.

¿Cuáles son las claves de la “inteligencia estratégica” para detectar oportunidades de innovación?

El concepto de “inteligencia estratégica” es la versión más actualizada de lo que inicialmente fue la vigilancia tecnológica de los años 70 y que, en este concepto de “inteligencia”, intenta indagar de forma sistemática el contexto en búsqueda de oportunidades y tendencias junto con el análisis estratégico de la competencia y la estrategia propia de la organización. Lo importante de la “inteligencia estratégica” no es el grado de sofisticación de las herramientas de búsqueda que pongamos en juego, sino hacerlo de forma periódica y sistemática: puede ir desde recorrer Ferias y Congresos (y luego sistematizar y compartir la información); indagar en lo publicado en el país y en el mundo -tanto de instituciones públicas de I+D como de los competidores- o contratar servicios externos especializados.

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